La
mayoría de las personas es muy parecida a vos. Con altísima probabilidad
formás parte del comportamiento promedio.
¿En
serio te sentís más virtuos@ que otros?
¿En
serio te sentís una mierda?
¿En
serio te sentís al mismo tiempo o alternadamente las dos cosas, según como
venga el día?
Calmate.
No sos nada excepcional, ni en un sentido ni en el otro. Tu originalidad
es más bien previsible.
El
mundo no está contra vos y tampoco hacés demasiado daño.
La
insignificancia está muy bien recompensada y a la mayoría el instinto se lo
indicó ya a muy tierna edad. Podrías ser una excepción, por supuesto.
Cualquiera podría. Pero eso es muy poco probable.
Todo esto, si de apariencias hablamos.
Tod@s somos anormales, claro.
Pero eso suele permanecer en
letargo detrás del mercado del semblante.
El modo en el que funcionan casi
todas las cosas.
Casi nadie conoce de sí mism@
mucho más que su propio semblante.
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