lunes, 29 de agosto de 2022

DEVIENE LO QUE DEVIENE

Hay una reminiscencia apagada, en sordina, del terror; que ha sido confinado a la bohardilla de un olvido demasiado frágil. Se cree que de otro modo no sería posible la próxima bocanada de aire por respirar.

Lo que aterroriza es tan ilusorio como precario es el olvido que lo envuelve; por tanto igualmente provisorios.
Eso lo sabe el Cuerpo .
Pero no lo sabe la Razón, que por ser tan limitada , tan miedosa e impotente no tuvo más remedio que fundar un imperio y sus leyes, con científicos, comerciantes, psiquiatras y otros esperpentos de esa calaña   (cualquier persona que se pretenda " útil" funciona comprando y vendiendo cosas, o presumiendo de gestionar la verdad o pretendiendo salvar y curar de "algo" a quien no se lo pide, si se lo piensa un poco); despedazando cuerpos enemigos con métodos cada vez más sutiles y amables. O decididamente rústicos llegado el caso.
Aun así, los fragmentos que deja a su paso se reconstituyen en formas inauditas que ella y sus agentes  no pueden comprender de inmediato ; y proliferan y respiran en el entretiempo que a ella y a sus funcionarios les insume comprenderlos del único modo que pueden comprender las cosas : como amenazas.
Así deviene lo que deviene, muy a su pesar.