¿El dinero es un phármakon?
lunes, 28 de diciembre de 2020
PHÁRMAKON
¿El dinero es un phármakon?
domingo, 20 de diciembre de 2020
ENIGMA
"Cayó donde cayó como cae un dado.
Aleatoriamente ahí, azar de tiempo y espacio.
Cuando ya tuvo conciencia, es decir, la ilusión de ser algo con autonomía,
hacia bastante ya que las cosas habían comenzado a hacer su trabajo.
El día que esa cosquilla en las tripas, el presagio de su
desborde y su exceso desperezándose, comenzaran a sobresaltar su cuerpo, ya
estaría todo dispuesto para entenderlo inadecuadamente.
Ya lista la celada, la palabra que estaría esperando para
capturar al cosquilleo y al presagio y meterse con ellos en la confusión.
La palabra confusa, madre de la confusión de todas las palabras.
Casi nada propio en la propia expresión
Deseo no es más que una parafernalia de piezas encastradas de alguna de las
infinitas maneras que admite ese rompecabezas insólito. Para darle un nombre,
es decir, una orden y un orden a la cosquilla de las tripas, al presagio, para
usar de combustible el exceso, secuestrado detrás del vacío imposible.
Máquina desaforada
prisionera en la celda del vacío.
Lo que excede no es lo que falta.
No es verdad el vacío.
Ni es propia la maquina
Sus inauditas, indefinibles relaciones de movimiento y reposo,
las de su cuerpo, coincidirán con ese mecanismo con una probabilidad que tiende
a cero.
El Deseo, eso que cree ser, eso que da forma a su identidad
es un artefacto hecho con sus propias cosquillas, con su presagio, pero bajo
los designios del tiempo y del sitio donde cayó, como cae un dado. ... ¿De
quién estoy hablando?"
"¡De mí"!, gritó la voz de alguien.
"¡De vos"!, replicó otra voz…
“Ya nada ni nadie puede tomarme demasiado en serio”, murmuró melancólica la Esfinge, ya sin ánimo de arrojarse al vacío
viernes, 18 de diciembre de 2020
FABULOSA
Si está escrito y lo estás leyendo es mentira.
Como si la verdad se hallara en algún lado.
Quien se decide a escribir tiene la intención de mentir
simulando querer decir la verdad.
O cree que quiere decir la verdad mientras siente que no
puede hacerlo.
Tal vez crea haberla dicho.
Quien se decide a leer tal vez sea algo supersticioso.
Un ensayo para tensar al límite las posibilidades de decir
algo que pudiera brindar sensación de verdad. Por ejemplo, decir: “si avanzás
sobre mi territorio, te mato”. Pareciera funcionar, ¿no?
Pero en general la expresión de cosas así suele ser oral y
gestual, no escrita. Suele tener lugar en el marco de una experiencia mucho más
patente en el cuerpo que la de la escritura. De todos modos la escritura es una
deriva de aquella visceralidad: la expresión dirigida intencionalmente hacia otro
quizás indefinido (casi siempre indefinido), premeditada, especulada y diferida.
Intencionalmente. Si. ¿Delimitando un territorio? También.
¿Intención de verdad?,¿en serio?
¿De dónde le viene a la “Verdad” su prestigio?
Claro: todo acuerdo, todo contrato existen porque antes
existe la posibilidad del engaño, la posibilidad de no ver saldada la deuda que
funda comunidad.
Vamos a ponernos de acuerdo, no vamos a hacernos trampa.
Los términos de ese contrato serian algo así como “la Verdad”.
Y la trampa sería “la Mentira”.
Pero más temprano que tarde alguien le va a hacer trampa a
los términos de ese contrato de adhesión ancestral.
Nada más verdaderas entonces que la caída en el embuste,
para el incauto, y la ventaja obtenida, para el listo de la tribu. O en todo
caso, ciertas. Ya es algo.
Y esa pérdida, esa ventaja, ¿de qué se tratan?
¿Para qué el incauto hubiera querido preservar lo que
perdió?
¿Para qué querría el listo la ventaja de obtener lo que
consiguió con su astucia?
¿Era verdad el beneficio que brindaba o prometía eso que pasó
bruscamente de uno al otro?
¿La desintegración es algo más que una amenaza, que un
presagio nefasto?
No es más que un sistema de fábulas de genealogía misteriosa,
las que hacen sentido, las que miden el valor de lo que se gana o se pierde.
Las que prometen la salvación, añoran algún origen perdido, pontifican los
caminos para su recuperación, amenazan las divergencias, las que evitan una
guerra o las que delimitan lo justo de lo injusto.
Solo fábulas.
Su importancia va en relación directa con la detención en un
lugar, el Sedentarismo.
Lo Nómade no requiere de conceptos fijos por mucho tiempo.
No tiene ínfulas dogmáticas, instituyentes ni imperiales. Está más preocupado
por preservar algunos instintos.
“Si está escrito y lo estás leyendo es mentira.”
Esto está escrito. Por lo tanto…
Ensáyese el reverso de todo lo que hasta inmediatamente
antes de esta frase pudo leerse.
Por ejemplo: “Quien se decide a escribir tiene la
intención de ser veraz (¿será lo mismo ser veraz que decir la verdad?)
simulando querer mentir.”
Otro intento: “cree que quiere mentir mientras siente que
no puede hacerlo”
Funciona.
Febril emisión de signos.
Aviesa emisión de signos.
Compulsiva emisión de signos.
Miles de millones de idiomas disimiles bajo la ilusión de
entenderse, trampearse, amarse, imponerse, definir para siempre algo más allá
del propio balbuceo, nombrar la rama a la cual asirse frente al caos abismal.
Historia.
Religiones.
Moral.
Doctrinas filosóficas.
Paradigmas científicos.
Lógicas deductivas.
Arquitecturas matemáticas.
Sustratos ideológicos de cientos de revoluciones.
Justificaciones políticas de miles de guerras.
Destinos manifiestos.
Leyes de la naturaleza.
El mercado.
Relatos familiares.
Identidad personal.
Fábulas.
Solo fabulas que intentan no pasar por tales.
Y la ficción, claro.
Un residuo de sinceridad.