Difícil saber cuándo y porqué empezaron las cosas si es que damos por sentado que empiezan alguna vez.
Así, un día advertimos que existe la costumbre de saludar al
colectivero al subir, y creemos recordar que no siempre fue así.
Después, por algún misterioso motivo eso deja de suceder; y
tampoco estamos seguros de que eso sea parte de algo que alguna vez fue o tan
solo un recuerdo falso que uno tiene.
En esta ciudad en un tiempo la gente comenzó a saludarse por
la calle con personas conocidas en vidas pasadas. Esa costumbre también en
algún momento se perdió.
No obstante, cada tanto, aún algunos se animan a reconocerse con un cruce de miradas cómplices.
No obstante, cada tanto, aún algunos se animan a reconocerse con un cruce de miradas cómplices.