Amor o un malentendido, en algunos casos con visos
delirantes.
Cuando resulte conveniente, cualquier delirio podrá ser
encorsetado en una suerte de contrato implícito. La ambigüedad de sus cláusulas
habilitará la cacería de culpables de ocasión.
Está visto.
Y si todo sale bien , se consolidará un negocio , quizás
para todas las partes intervinientes, pero para al menos algunas de ellas casi
con seguridad. Y para las otras, tal vez, se alucine una oferta que no podrían
rechazar.
Las fronteras son móviles y las banderas cambian de color y
de lugar. Los tiranos y sus sometidos intercambian sus roles mansamente.
Amor mentado en este instante por casi cualquier boca, con
legítima sinceridad...y si nadie dice lo que sabe...y si nadie sabe lo que
dice..
Claramente podrían suceder muchas otras cosas, en la
asunción de indefinidos modos...pero el fenómeno de la variedad ha sido
confinado: sólo es legalmente válido en las góndolas de los supermercados en
las vidrieras, el packaging, las pantallas.
Parece que resultara cada vez más incómodo y áspero violar
esas leyes, normas, reglamentos, o no acatar amables sugerencias.
La mentan libertad.
Es obediencia inconsciente.
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